Atleti - Barça: Las jugadoras y su afición
- José M.
- 19 mar 2019
- 5 Min. de lectura
El domingo en el Wanda Metropolitano se disputó el partido de fútbol de clubes femeninos con mayor asistencia de la historia: 60.739 espectadores. Resulta evidente que el partido nos dejó varias conclusiones, y una de ellas es que deberíamos empezar a considerar que el fútbol es fútbol, sea masculino o sea femenino, aun siendo cierto que el que está escribiendo esto tiene un conocimiento ínfimo de fútbol femenino. Y ese hecho histórico fue recogido por todos los medios de comunicación (tanto deportivos como generalistas) y se visibilizó a través de las redes sociales de los principales artífices de la jornada histórica.
En el césped estaban el Atlético de Madrid y el FC Barcelona disputando el partido, pero desde las gradas y las televisiones de muchos hogares por todo el país no sólo se estaba disputando un partido, se estaba disfrutando de la fiesta del fútbol. Partido correspondiente a la 24ª jornada de la Liga Iberdrola. El Atlético llegaba como líder por encima del propio Barça con una diferencia de 6 puntos, pero tras los goles de Oshoala en el minuto 65 y de Duggan en el 80', el equipo visitante consiguió ponerse a un único partido del liderato: el mínimo error se convertirá en una condena. Creo que todos, en algún momento de la temporada, habremos escuchado "la Liga Iberdrola" o habremos leído algún tweet o noticia acerca de un partido de fútbol femenino, pues el objetivo de llevar el mejor partido del campeonato al Wanda Metropolitano estaba enfocado a eso, a la visibilidad y a que todos pensáramos acerca de este hecho, ya que ha sido histórico.

En el estadio colchonero se vivió algo más que un simple partido de "fútbol". Al lado de mi asiento estaba sentada una familia con varias benjaminas y, en un momento del partido, yo estaba grabando un ataque peligroso del Atlético de Madrid y la afición empezó a emocionarse, incluso muchos se levantaron, pero de repente se escuchó de manera muy clara una voz de fondo diciendo "¡vamos, vamos!", "¡tira!", "¡pásala!", era una de las niñas que estaba viendo y vibrando con el partido como cualquiera de nosotros en cualquier enfrentamiento de Champions, pero con la salvedad de que las que estaban jugando eran jugadoras y que, posiblemente, es más fácil para estas chicas o para cualquiera otra verse reflejada en jugadoras que en jugadores, ¿por qué no van a poder tener ídolos en el fútbol femenino que les animen a ser jugadoras algún día? Eso también es fútbol.
Y eso me lleva a pensar en la palabra "ídolo" referido a deportistas. En el tenis no se nos hace extraño que Serena Williams sea el "ídolo" de tantas y tantas futuras jugadoras (y jugadores, por supuesto) o simplemente amantes del tenis, o en otros deportes como bádminton o natación quién no admira a Carolina Marín o Mireia Belmonte... ¿pero qué sucedía con el fútbol? Considero que uno de los bastiones fundamentales del deporte es la ilusión de los jóvenes, es la ilusión de que se puedan ver reflejados en los y las deportistas de alto nivel, y eso era en lo que fallaba el fútbol femenino, al menos dentro de nuestras fronteras.

Centrándome en el mero aspecto futbolístico ayer se vio un partidazo, con dos equipos tratando de hacerse con el control del esférico. La primera parte estuvo teñida de rojiblanco gracias, en buena medida, al extraordinario empuje de la afición; pero se basó en un dominio territorial y de posesión, sin demasiadas ocasiones claras, salvo una a segundos de terminar el primer tiempo. La segunda parte fue distinta, pues el Atlético siguió empujando y controlando el esférico, pero el Barça fue el que aportó lo más valioso de este deporte: los goles. Tras el primero el Atlético se echó (aun más) hacia adelante y el Barcelona consiguió hacer el segundo gol a 10 minutos de terminar el partido, aprovechándose de los espacios en la zaga rojiblanca. Era el minuto 80 y muchos podían pensar que el partido estaba finiquitado, pero nada más lejos de la realidad, las jugadoras del equipo local buscaron la remontada hasta el último momento gracias al empuje del estadio. Al final no lo consiguieron, pero regalaron un espectáculo a todo aficionado al fútbol. Y algo sucedió al final del partido, es cierto que el equipo local había perdido 0-2 después de un choque cargado de ritmo, pero sucedió algo poco habitual: las jugadoras (de ambos equipos) estuvieron mucho tiempo agradeciendo y aplaudiendo a la afición, hasta el punto de que las jugadoras locales dieron un "paseo de honor" recibiendo los aplausos de los aficionados. Ese tipo de gestos son los que me dicen que no pasarán muchos años hasta que los veamos normalizados.

Después del partido decidí salir a preguntar a los aficionados que se encontraban esperando la salida de las jugadoras en sus coches personales. Encontré opiniones como "ha sido un buen partido", "han cumplido las expectativas" o "ha sido una pasada", pero buscaba algo más de reflexión acerca de lo que se acababa de vivir. Un señor que estaba con su familia comentó que no había sido su primer partido de fútbol femenino y recalcó que "los grandes equipos deberían implicarse más en el fútbol femenino: el Real Madrid tendría que tener un equipo de fútbol femenino y el Barça debería hacer su primer partido de fútbol femenino en el Camp Nou [...] deberían seguir el ejemplo del Athletic de Bilbao". Eso me lleva hacia uno de los grandes debates en torno al fútbol femenino: ¿por qué no tiene el Real Madrid un equipo femenino? Es obvio que la respuesta la tiene la directiva del club blanco con Florentino Pérez a la cabeza, pero desde mi punto de vista creo que no van a tardar mucho en anunciar algo, porque el mundo del fútbol lo está pidiendo.
Siguiendo por esta línea me encontré con dos jóvenes: un hermano y una hermana, que me recalcaron que había sido su primer partido de fútbol femenino pero que les había parecido que "tenían un juego bastante más limpio que el de los hombres". También hicieron mención al ambiente vivido en el estadio, pues consideraron que "había sido una fiesta de fútbol femenino" y que "el ambiente después de una derrota ha sido muy feliz" a diferencia de lo que podía haber ocurrido en el caso de un partido masculino normal. Ante la pregunta de qué opinaban acerca de que el Real Madrid no tuviera un equipo femenino me comentó la aficionada, reconociéndose madridista, que "el día que el Real Madrid saque un equipo femenino, yo no sería de ese equipo" debido a que "sería por interés y no por apoyar una causa que tendrían que haber apoyado desde el primer momento".
Para terminar me gustaría mostraros ese debate casi moral: ¿si el Real Madrid hace ahora un equipo de fútbol femenino es oportunista? pero ¿tiene la posibilidad de no hacerlo? Aparte de esas cuestiones es innegable que las grandes protagonistas fueron ellas, las jugadoras del Atlético de Madrid y del FC Barcelona y la afición que llenó el estadio. Yo reconozco que no soy seguidor de fútbol femenino, pero me sentí muy orgulloso de haber podido presenciar este partido.
¿Cuál será el siguiente estadio en llenarse?
Comments