La mañana del 27 de octubre Mikel se levantó como siempre, cansado, y sin ganas de ir al instituto. No había ningún motivo en especial para que se sintiera desmotivado, al igual que tampoco lo había para que ese día, al mirar en su armario la ropa que tendría que ponerse, decidiera coger la falda de su amiga, conjuntarla con una sudadera y dirigirse al instituto.
Lo que Mikel no sabía es que esta decisión aparentemente cotidiana acabaría convirtiéndose en un movimiento viral al cabo de los pocos días.
“Me apetecía ir a clase con una falda, ya está, no hay más”, empieza explicando Mikel en el vídeo que publicó en su cuenta de TikTok el mismo día del suceso. “Vi este movimiento feminista en el que los tíos estaban llevando falda en otros países y dije ‘pues vamos, un plus’. Así que era un movimiento feminista y una cosa que a mí me apetecía”, continúa apuntando.
Una vez en su instituto, Mikel era consciente de que, por desgracia, iba a recibir miradas de desaprobación por parte de algunos de sus compañeros y de aquellas personas con pensamientos más conservadores, por lo que pidió a sus amigas que llevaran falda como él. De esta forma sería más fácil pasar desapercibido y minimizar los comentarios que de seguro iba a tener que soportar. Sin embargo, a pesar de estar acostumbrado a no hacer caso del “qué dirán” él mismo confiesa que se asombró cuando a tercera hora le interrumpieron en su clase de matemáticas para llevarle al psicólogo del centro.
En el despacho le llegaron a preguntar en varias ocasiones si “se sentía tía”, a lo que él aclaró que “no me pongo en ningún género, pero si tengo que definirme soy un hombre”. Al final de la conversación le comentaron que podía quitarse la falda si tenía frío, “solo a mí, no a las tías” añade en un tono claramente molesto.
El vídeo de Mikel alcanzó el millón de reproducciones en pocos días, y se fue viralizando hasta llegar a otro joven llamado Miguel, que al conocer la historia quiso implicarse y lanzó una propuesta por Twitter "Os comento: un chaval llamado Mikel decidió llevar un día falda al instituto. Aunque recibió insultos de neandertales, lo peor es que fue llevado al psicólogo del colegio. A raíz de esto se pide que mañana día 4 de noviembre, sin importar tu género, lleves falda al instituto", animaba a sumarse al movimiento en su cuenta de Twitter. Además, Miguel acompañó el texto con un vídeo que fue compartido por el propio Mikel, por lo que la iniciativa consiguió viralizarse.
Al día siguiente y en los días posteriores las redes se llenaron de jóvenes que se movilizaron a favor de Mikel y decidieron unirse a su reivindicación subiendo imágenes en las que vestían con faldas. La propuesta llegó a cientos de institutos de todo el país, que subieron imágenes de sus estudiantes con faldas a las redes sociales, también profesores y profesoras quisieron unirse. Pero la iniciativa no se quedó en el ámbito académico, sino que consiguieron traspasar las redes y llegar a numerosos medios de comunicación de España que se hicieron eco de la noticia.
“Nuestros alumnos en respuesta a una noticia que han visto en las redes donde se hacía bullying a un niño por llevar falda en el colegio. Hoy se ha invitado a todo el alumnado y el profesorado a llevar falda", puede leerse en la descripción de la foto del Ies Son Ferrer, en Mallorca.
Por si esto fuera poco la noticia traspasó incluso fronteras, y en Canadá un grupo de adolescentes del Collège Nouvelles Frontières acudió al centro en falda. En su cuenta de Instagram, Zachary Paulin, un estudiante del centro, mostraba su apoyo a la iniciativa apuntando lo siguiente: “El hecho de que un chico lleve falda es un signo de resistencia, de solidaridad y de apoyo a la batalla interseccional por la igualdad de género. La doble moral de cómo una mujer y un hombre deben presentarse a la sociedad es flagrante; si una mujer lleva un traje y unos pantalones, que se asocian con la masculinidad, no se piensa más que en eso”.
“Estamos en el año 2020 y nosotros estamos abiertos al mundo. Es decir, no aceptamos esa discriminación, homofobia y sexismo. Eso es lo que representa nuestra falda” concluía el estudiante en un intento por hacernos reflexionar.
Sin duda alguna esta muestra de apoyo ha generado una corriente que nos recuerda que los jóvenes, si se lo proponen y hacen un buen uso de las redes sociales, hoy en día pueden crear movimientos internacionales. Además, ha vuelto a abrir el debate entorno a las prendas y los roles de género. Y tú, ¿qué opinas? ¿la ropa tiene género o se trata más bien de un estereotipo impuesto por las normas sociales?
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