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Opinión. La guerra del relato

  • Foto del escritor: José M.
    José M.
  • 23 ago 2019
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 23 ago 2019

En las últimas semanas hay una palabra que se ha introducido en nuestro día a día mediático: relato. A simple vista, un relato no es más que la narración de una historia o de un hecho, más o menos detallado, y cuyo objetivo es hacer que el destinatario se entere de tal acontecimiento. Pero eso parece que ha cambiado por completo desde un punto de vista meramente informativo, y el mejor ejemplo de ello lo vemos en la actualidad política española y en ese constante objetivo de "dominar" o "ganar" el relato de cara a la opinión pública ante una labor tan trascendental como es la formación de un Gobierno nacional.

A nadie se le escapa que, tal y como comenté en mi opinión acerca de la tercera temporada de La Casa de Papel, estamos en la era de la opinión pública. Las personas famosas o "conocidas" son conscientes de que pueden tener detrás una gran masa de público esperando a felicitarlas o criticarlas por cualquier mínimo detalle, y es por ello por lo que ahora existen tantos equipos de comunicación, redes sociales o márketing para calibrar al milímetro cada una de las exposiciones públicas del famoso.


Este verano futbolístico nos ha brindado dos ejemplos más que sonados acerca de esa pelea por el relato. Y antes de deciros cuáles son esos ejemplos quiero matizar que esto se trata de fútbol, un deporte, y no tiene la misma relevancia que una eventual formación de Gobierno. Pero no hay que olvidar que el mundo del fútbol se ha convertido en una especie de negocio donde se habla de millones de euros como si fueran monedas de un videojuego cualquiera, y eso supone que las grandes multinacionales juegan un papel más que relevante que termina por crear una "burbuja" de miles de millones de euros. Y es lógico que pueda existir ese cierto "tira y afloja" de un relato, pues es un deporte y es entretenimiento; cosa que no es entendible cuando se sobrepasa un límite dentro de un juego político que nos atañe a todos.


Neymar: ¿No querer y aparentarlo o querer y ocultarlo?

En las últimas semanas el mundo del fútbol ha estado completamente colapsado (y sigue estándolo, a fecha de redacción) por el fichaje o no de Neymar Júnior por el F.C.Barcelona o por el Real Madrid. Llevamos decenas de artículos y noticias en los medios digitales, en los telediarios, tertulias, debates televisivos, entre los amigos, las redes sociales... especulando sobre el futuro del crack brasileño.


Se puede opinar y debatir qué equipo necesita más a Neymar desde el punto de vista futbolístico o incluso desde el punto de vista moral, pues su fichaje por el equipo blanco puede suponer una estocada importante al aficionado blaugrana, que sigue recordando con cariño los años del carioca en el Camp Nou. No me voy a detener a hablar de ello porque no es el objetivo de este artículo y porque, a lo mejor, estás un poco cansado/a de tantas opiniones al respecto.


Lo que sí me parece remarcable es la lucha por el relato que están llevando a cabo el Barça y el Real Madrid. Se comenta que Bartomeu está inmerso en la operación del retorno de Neymar por una orden expresa de Leo Messi; en Francia llegan a asegurar que todas las ofertas realizadas al equipo parisino son bombas de humo para "contentar" al astro argentino para que piense que no se ha podido hacer más por el retorno de su amigo. Si eso es cierto, ¿por qué el presidente no puede decirle a su máxima estrella la situación económica del club?, ¿cree que Messi se va a enfadar si le dice que se han gastado todo el presupuesto para este año y que traer a Neymar es imposible? Yo soy de los que opinan que ningún jugador están por encima del escudo que lleva en el pecho y que si, dadas las informaciones, tu club no puede acometer un fichaje por una cuestión matemática de presupuesto (fichajes de Griezmann, De Jong...) hay que asimilarlo y no intentar ocultarlo.

Considero que Bartomeu no se planteaba un retorno de Neymar debido a la manera por cómo fue la salida del brasileño hace 2 temporadas: el presidente del club diciendo que "cometieron un error por confiar en Neymar y su padre" y el jugador respondiendo con un "ese presidente es una broma". No se planteaba el retorno y por ello fichó a dos jugadores como Coutinho y Dembelé por unas cantidades económicas disparatadas e hinchadas debido al dinero que recibió el conjunto azulgrana por Neymar: 222 millones de euros. Si Neymar termina fichando por el Barcelona Bartomeu tendrá que tragarse su orgullo y volver a subirse al carro de uno de los 5 (para mí) mejores futbolistas del mundo; si no consigue su fichaje tendrá que ser muy claro con los pesos pesados de la plantilla y anteponer el club y su sostenibilidad a un "capricho".


Y nos falta el otro gran protagonista de esta historia de verano: el Real Madrid. Si nos encomendamos a las informaciones de las últimas semanas, el equipo blanco se encuentra agazapado, tranquilo, esperando el momento perfecto para presentarse ante el PSG como la solución del problema (frase cogida de Josep Pedrerol): si Neymar quiere salir del PSG y el PSG quiere venderlo, tras haber visto la actitud de sus hinchas respecto al brasileño, el Real Madrid no dejará pasar la oportunidad. O al menos es eso lo que nos quieren hacer pensar.


¿El aficionado madridista quería a Neymar el 1 de junio? Desde mi punto de vista, no. Con un plan perfectamente perfilado para conseguir a Mbappe en 1 o 2 años, con un Neymar que rechazó (él o su padre) al Madrid hace algunas temporadas y con jugadores en la plantilla de futuro como Vinicius, Rodrygo, Asensio o Brahim, el aficionado madridista no le habría pedido a Florentino Pérez el fichaje de Neymar Júnior. La cuestión reside en que estamos a 22 de agosto y parece que Neymar se ha puesto a tiro de Florentino Pérez, lo que provoca que una buena parte de los aficionados quieran asestarle un golpe importante a su eterno rival.

"Lo que provoca que una buena parte de los aficionados quieran asestarle un golpe importante a su eterno rival"

Desde mi punto de vista, Florentino Pérez siempre ha querido que Neymar vistiese la camiseta del Real Madrid aunque la situación no haya sido lo más proclive a ello, pues tenía a un jugador como Cristiano Ronaldo (estrella insustituible) que imposibilitaba que hubiera otro "gallo" en el mismo corral. A eso se le añadió que el carioca había fichado por el Barcelona (llegando a tener, incluso, tatuada la Champions que ganó con el Barça) y también los diversos aspectos de carácter personal de la vida de Neymar que han estado en la prensa en los últimos meses. Aún con todo, hemos llegado a la situación donde sabemos que le quiere (o eso parece), pero que no puede decirlo en público ni hacer una oferta formal, todavía, sino que se va a esperar a que el Barça "se queme" en la operación.


Por una parte, tenemos a un Barça que no quiere a Neymar pero que tiene que aparentar que sí. Y por la otra parte, tenemos a un Real Madrid que siempre ha querido al brasileño pero que tiene que hacerse el "interesante". Creo que lo que estamos viviendo es uno de los fichajes más imprevistos de los últimos tiempos, ya que la mayoría de veces que una estrella estaba en el mercado podían haber varios equipos que hicieran ofertas por él, y entonces el jugador junto con su club decidía. En este caso sabemos, por los medios, que Neymar prefiere ir al Barcelona, pero no está dispuesto a decirlo públicamente por si éste le deja tirado y el Madrid le abre la puerta de entrada. Si se lo explicas a alguien que no haya estado al tanto de las informaciones en las últimas semanas lo dejarías aturdido.

"Por una parte, tenemos a un Barça que no quiere a Neymar pero que tiene que aparentar que sí. Y por la otra parte, tenemos a un Real Madrid que siempre ha querido al brasileño pero que tiene que hacerse el "interesante"."

Mi opinión personal es que Neymar va a terminar en el Barça. Puede que la situación se haya complicado en demasía y se haya evidenciado la falta de recursos del equipo culé para esta temporada, pero creo que el deseo del jugador va a primar por encima de las pretensiones económicas del PSG.

"Mi opinión personal es que Neymar va a terminar en el Barça"
 

Griezmann: ¿Fue todo un paripé?

Y el otro ejemplo de "lucha por el relato" de este verano futbolístico es el de Antoine Griezmann, futbolista del F.C.Barcelona procedente del Atlético de Madrid a cambio de su cláusula de rescisión (120 millones de euros). Considero que el caso de Griezmann tiene dos partes claramente diferenciadas pero que coincidan en el punto central de este artículo: intentar meterse a la opinión pública en el bolsillo.


En el verano de 2018 fue cuando saltaron los rumores de un posible movimiento del francés rumbo a Barcelona, que él mismo se encargó de descartar con un minidocumental (producido por una empresa de Piqué) con el famoso "que me quiero quedar, tío". Griezmann había conseguido lo que quería, pues había creado una expectación alrededor de su decisión profesional (se hablaba de que había grabado dos respuestas diferentes, por si se quedaba o se iba) y había convencido a la afición atlética con un mensaje de "he tenido esta oferta, pero yo me he querido quedar en este club". No es la primera vez que es el propio protagonista el que decide transmitir él mismo el relato, ya sucedió con LeBron James (ídolo de Antoine) en verano de 2010 cuando concedió una entrevista a ESPN anunciando que se iba a Miami Heat (en el vídeo).

Lo inusual y casi insultante del "caso Griezmann" es que éste terminara fichando menos de un año después por el equipo al que había rechazado en el minidocumental. Eso me demuestra que la decisión tomada por Antoine en 2018 era únicamente en virtud del rendimiento del equipo en la temporada 18/19, si no ganaban se iba a ir, y así fue.


Este año, según la versión del Atlético de Madrid, el Barça llegó a un acuerdo con Griezmann en el mes de marzo, antes del partido de vuelta entre la Juventus y el Atlético de Madrid y que terminó 3-0 para el equipo italiano, que acabaría pasando la eliminatoria con un global de 3-2. Más allá de si es ético o no (no lo parece) creo que es necesario profundizar en cómo ambos equipos han querido llevar

a su terreno este traspaso: por una parte tenemos al equipo vendedor, el Atlético de Madrid, un club que era consciente de que Griezmann quería irse, hasta el punto de que el propio Miguel Ángel Gil Marín reconoció que lo sabían desde marzo, y un Atleti que obligó al jugador francés a grabar un vídeo para sus redes sociales anunciando que se había terminado su etapa en el conjunto colchonero. El Atlético de Madrid había decidido no dejar que se volviera a repetir el error del año anterior y querían controlar ellos qué se decía y cómo se decía.

Página web del Diario AS

La guerra por ese particular relato empieza cuando es el propio Atlético de Madrid el que reconoce que lo saben desde marzo, pero ¿por qué no denunciaron al Barça ante la FIFA en ese momento? Creo que porque ya tenían asumida su marcha y lo último que iban a hacer era ponerle trabas a un jugador que les había dado tanto en los últimos años. El problema reside en el precio de la cláusula, pues hasta el 30 de junio era de 200 millones de euros, y a partir del 1 de julio bajaba hasta los 120M. Se daba por hecho que el Barcelona iba a esperar hasta esa fecha, el 1 de julio, para pagar la cláusula en la sede de La Liga y llevarse al francés por una cantidad mucho menor a esos 200 millones de euros. Algo que el Atlético aprovechó para reclamar al Barça los 80M de diferencia, pues consideraban que el fichaje se había realizado antes de la fecha tope, aunque semanas más tarde terminó retirando la demanda, según SPORT.


Y por el otro lado tenemos, nuevamente, al Barça, un equipo que ya había mostrado interés por el fichaje del jugador francés la temporada anterior pero que habían sufrido el duro golpe del famoso minidocumental (producido, repito, por una empresa de Piqué). A pesar de ello, seguían con ese objetivo entre ceja y ceja, llegando a cerrar un acuerdo con el bleu en marzo, lo que suponía restarle 120 millones de euros (como mínimo) al presupuesto de traspasos para este verano de 2019 (algo que está siendo determinante para el no-fichaje de Neymar, hasta el momento). Es en este punto cuando me pregunto si el objetivo del Atlético de Madrid era dejar mal al Barcelona por haber hecho un fichaje de una manera poco ética (e ilícita, pues no se puede negociar con los jugadores a espaldas de sus clubes, aunque lo hagan todos) o dar a entender que Griezmann no estaba centrado en la parte importante de la temporada por el hecho de que negociara con otro club.

"[...] Llegando a cerrar un acuerdo con el bleu en marzo, lo que suponía restarle 120 millones de euros (como mínimo) al presupuesto de traspasos para este verano de 2019"

Considero que, al final, el que parecía que iba a ser el culebrón del verano (ya superado por el de Neymar) ha terminado de la manera más tranquila posible, pues todos los actores son conscientes del papel que han jugado y los únicos perjudicados son los aficionados. Unos aficionados a los que les hubiera gustado una mayor transparencia en el traspaso de su, por entonces, estrella, a un equipo como el Barcelona. La parte positiva para la hinchada del Atlético es que ya nadie se acuerda de Antoine tras la llegada de un ladrón de guante blanco como Joao Felix.



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