Thanks, Michael
- José M.
- 2 may 2020
- 4 Min. de lectura
La verdad que he dudado mucho en si escribir este breve artículo o no, ya que a fin de cuentas mi opinión o mi reflexión no es más importante que la tuya, pero sí que creo que debe quedar constancia de un agradecimiento y una despedida, aunque sea a una escala muy baja, y es por ello por lo que escribo tres días después este artículo para reconocer la figura de Michael Robinson.
Es cierto que uno de los defectos que siempre se le suele achacar a la sociedad es que no realiza homenajes en vida sino cuando la persona se va, algo que es cierto, pero que también demuestra lo centrados que están los seres humanos en vivir y no pensar en homenajes "si la persona no se ha ido". Y yo creo que en el caso de Michael Robinson el reconocimiento ha sido palpable y visible durante las últimas tres décadas por parte de todos los sectores de la sociedad, te gustase el fútbol o no, te gustase el mundo de la televisión o no, siempre alguien tenía una referencia buena acerca de la figura de Michael Robinson.
En este artículo lo único que quería decir es que, aún a sabiendas de que he visto a Michael Robinson durante muchos menos años que una gran parte de la sociedad, reconozco y agradezco lo que ha hecho por el mundo de la comunicación y el deporte en nuestro país. Michael Robinson, tal y como he escuchado en el canal de La Media Inglesa, dio forma a un nuevo tipo de reportaje dentro del mundo del periodismo deportivo: estar con la persona, preocuparte por su día a día y centrarte más por sus sentimientos que por si gana un campeonato o no. Y he de reconocer que es en parte gracias a Michael el hecho de que me guste tanto ese estilo de hacer reportaje y de hacer entrevistas, y ojalá muchos podamos y puedan seguir sus pasos con la misma pasión y el mismo mimo con el que él lo hizo durante tanto tiempo.
"Ojalá muchos podamos seguir sus pasos con la misma pasión y el mismo mimo con el que él lo hizo durante tanto tiempo"
Lo que pudimos ver el pasado 28 de abril fue un reconocimiento total por el mundo del fútbol, de la comunicación y, para qué negarlo, de la sociedad en todo su conjunto; algo que es realmente complicado salvo para una figura como la de Michael Robinson, el cual jamás tuvo un reproche por su estilo, su forma de hacer o por sus intenciones, más bien todo lo contrario, pues encandiló a la gente con su forma de ver la vida como una oportunidad para pasarlo bien haciendo lo que cada uno y cada una tenga que hacer. Y ese también era uno de los grandes puntos fuertes de Robinson desde mi punto de vista, el hecho de disfrutar con todo lo que hacía y, encima, que la gente era consciente de que estaba disfrutando.
Hace unos años, los compañeros de hoy Charlas de Fútbol, le hicieron la pregunta acerca de si Michael Robinson merecía tener su propio Informe Robinson. Michael dudó mucho y pareció que no estaba muy por la labor, algo que nos puede resultar impresionante viendo todo lo que ha hecho en su carrera (campeón de Europa con el Liverpool, jugador de la Selección de Irlanda y de numerosos equipos de la Premier, comentarista de fútbol durante más de tres décadas, presentador de numerosos programas en la televisión, en la radio...), pero que era completamente cierto: Michael Robinson dudaba de si su vida merecía un Informe Robinson, posiblemente porque le preocupaba más seguir descubriéndonos historias humanas, y ahora sabemos que el último Informe Robinson se emitirá, de forma póstuma, en honor a su figura con su última entrevista en vida.
Si me centro en su parte como comentarista, que es la que más he podido escuchar debido al volumen de partidos que hay a lo largo de las temporadas, solo puedo decir que era un lujo poder escuchar a Michael narrar un partido de fútbol, y eso es algo que a lo mejor sí se podría haber dicho más cuando él estaba vivo. Cada uno tiene su equipo de fútbol y es completamente lógico y Michael tendría el suyo también, pero en las retransmisiones se notaba que le gustaba el fútbol, lo que es el deporte de la pelota esférica y que tiene como objetivo marcar más goles que el contrario: el fútbol, y el buen fútbol. Es por ello por lo que el destino caprichoso decidió que el último partido que viera y que comentase en vida fuera el Liverpool - Atlético de Madrid en Anfield, su Anfield. Y que el último equipo al que vio ganando una Copa de Europa fuera el Liverpool, su Liverpool.
"El destino caprichoso decidió que el último partido que viera y que comentase en vida fuera el Liverpool - Atlético de Madrid en Anfield, su Anfield. Y que el último equipo al que vio ganando una Copa de Europa fuera el Liverpool, su Liverpool"
Michael Robinson se fue, pero creo que dejó un gran ejemplo y modelo a seguir para muchas y muchos que quieran dedicarse al periodismo deportivo, y a un periodismo deportivo que sume y no que reste. Es por esto y por todo lo que ha dado a nuestra sociedad y a generaciones anteriores a la nuestra por la que quería dejar mi despedida y mi agradecimiento por todo lo que nos ha dejado. Por ello: Thanks, Michael.
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