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Opinión. Top 6 temporada 2018/2019 (clubes masculinos)

  • Foto del escritor: José M.
    José M.
  • 6 jun 2019
  • 11 Min. de lectura

Actualizado: 7 jun 2019

El pasado sábado se puso el broche final a la temporada masculina de fútbol a nivel de clubes de máximo nivel con la final de la Liga de Campeones entre el Liverpool y el Tottenham. Considero que, llegados a este momento, y antes de un verano futbolísticamente entretenido es hora de recapitular y de exponer cuáles han sido, para mí, los 6 "episodios" que han marcado esta temporada 2018/2019 que empezó allá por el pasado mes de agosto, empezamos:

En este ránking particular empezaría haciendo una mención a la temporada que ha tenido Leo Messi, especialmente en La Liga Santander, puesto que el astro argentino fue la pieza clave y fundamental que llevó al Barcelona hacia su 26ª Liga. A nadie se le escapa que Messi fue, es y seguirá siendo uno de los mejores jugadores del mundo, ya que se ha reconvertido una y otra vez. Es un jugador que ha sido capaz de moverse por todas las posiciones de ataque durante ya más de una década, y que ha seguido dando resultados temporada tras temporada.


Estamos ante una temporada como la del Barcelona, que para muchos ha sido "pobre" y que yo definiría como "aceptable", puesto que han ganado la 1ª o 2ª mejor liga del mundo (este año la Premier ha dado un importante acelerón) prácticamente sin despeinarse. Pero también considero que un 90% de esa liga (y no estoy exagerando) ha sido gracias al jugador de Rosario; él ha seguido siendo esa pieza que, partido tras partido, terminaba decidiéndolo todo cuando quería y como quería.


Para contextualizar un poco la aportación de Messi a este título tenemos algunos números que asustan: ha disputado 34 partidos, en los que ha marcado 36 goles, promediando 1 gol cada 75 minutos, y dando 15 asistencias. Esto le ha permitido ser el máximo goleador de la competición, así como el máximo asistente. Únicamente a través de sus goles ha dado al Barcelona 21 puntos, sin contar el resto de facetas que puede llegar a cubrir en un partido de fútbol como pases determinantes, ocasiones, etc. Si quisiéramos remarcar algún momento clave del jugador argentino en esta liga podríamos pensar, por ejemplo, en el partido de la jornada 28ª contra el Real Betis, al que le hizo 3 goles y terminó siendo ovacionado por la afición del Benito Villamarín (en el vídeo, del canal oficial de LaLiga Santander en YouTube).


En la quinta posición de este ránking ascendente tenía que estar lo que ha sido para muchos la sorpresa del año con mayúsculas y, para otros, algo que se veía venir: el descalabro del Real Madrid. Se puede considerar sorpresa porque estamos hablando de un equipo que venía de ganar 3 Ligas de Campeones de manera consecutiva, Mundiales de Clubes, o reconocimientos de carácter individual a jugadores como Modric, Ramos, Marcelo o Kroos...


No voy a profundizar tanto en la crisis blanca como en el artículo de opinión que escribí en su momento, pero sí me gustaría resumir los que han sido, entre otros, los motivos que han llevado al Real Madrid a tener una de las peores temporadas de su larga historia: 1) La inestabilidad: el Real Madrid ha tenido 3 entrenadores completamente diferentes y el problema no se ha solucionado, por lo que a lo mejor el problema no estaba directamente en el banquillo. 2) La motivación: creo que no es alarmante decir que un equipo que ha pasado a la Historia por haber triunfado 3 años seguidos en Europa puede tener una temporada donde falte ese "aliciente" por hacer nueva historia, para eso ha regresado Zidane. Y 3) La irregularidad: puede parecer obvio, pero un equipo con la calidad de plantilla que tiene el Real Madrid debería ganar el 70% de los partidos (este año ha ganado el 57%), incluso jugando mal.


Pero la temporada ya finalizó y los ojos están puestos al futuro con el regreso de un Zidane que pretende hacer un proyecto a su medida, con la mentalidad de la temporada que le llevó a conquistar la 33ª Liga: un equipo A y un equipo B con un rendimiento similar. De momento, a día de hoy, con los fichajes confirmados de Miliato, Rodrygo o Jovic y con los que parecen que serán nuevos jugadores blancos como Hazard o Mendy, sumados a los que ya estaban como Vinicus, Asensio, Varane, Ramos y compañía, tratarán de demostrar que esto no ha sido más que una mala temporada fruto de un "empacho" de victoria, y que se vio perfectamente reflejado en el partido de vuelta de octavos de final frente al Ajax que terminó con la racha triunfante del equipo blanco (el vídeo es del canal oficial de la UEFA en YouTube).



La "medalla de chocolate" y que, por lo tanto, se queda a las puertas del podio de los mejores momentos futbolísticos del año (para mí) es el enfrentamiento que han tenido Liverpool y Manchester City durante prácticamente toda la temporada. A nadie se le escapa que el nivel de la Premier League ha mejorado ostensiblemente, y como dato más llamativo tenemos que las finales de las dos competiciones europeas han sido disputadas enteramente por equipos ingleses. Pero en este top-4 prefiero centrarme en lo que ha sido el fútbol en las propias islas británicas con una de las Premier League más emocionantes de los últimos años.


Una Premier League que terminó decidiéndose por un solo punto a favor del equipo de Pep Guardiola y frente a un Liverpool que estuvo a las puertas de volver a ganar una competición que no lo hacen desde la temporada 1989/1990 (cuando ésta no tenía incluso la denominación Premier). Una temporada en la que el Manchester City terminó como primer clasificado 20 jornadas, por 17 del Liverpool. Y una temporada en la que el segundo clasificado consiguió la friolera de 97 puntos, lo que le habría permitido prácticamente alzarse con el triunfo en el resto de temporadas, y más con una distancia respecto al siguiente clasificado (que fue el Chelsea) de 25 puntos.


Y más allá de los datos históricos e impresionantes que nos ha dejado esta temporada de Premier League, si hablamos de nombres propios tenemos hasta a 3 jugadores empatados como máximos goleadores de la competición a 22 tantos: Salah y Mané (Liverpool) y Aubameyang (Arsenal), mientras que por el lado citizen tenemos a Agüero con 21 goles y Sterling con 17. Y en el apartado de asistencias, el cual estuvo dominado por Hazard (Chelsea) con 15, destacamos también esa rivalidad City-Liverpool: Alexander-Arnold (Liverpool) 12, Sterling 12, Robertson (Liverpool) 11, Sané (Manchester City) 11 o Salah con 11.


Todas estas estadísticas nos demuestran 2 cosas: primero, que la lucha por la Premier League ha tenido únicamente dos contendientes hasta el final y lo más importante, que no se decidió hasta la última jornada. Y segundo, el triunfo de entrenadores del estilo de Pep Guardiola o Jurgen Klopp es una gran noticia para una competición cuyos equipos estaban invirtiendo millones y millones de euros en jugadores, pero a la que le faltaba tener esa pizca de competitividad más allá de la competición doméstica: y eso también se ha demostrado esta temporada. El vídeo es del canal oficial de YouTube del Liverpool y es del City-Liverpool del 3 de enero que ha terminado siendo crucial, puesto que terminó con triunfo blue por 2 goles a 1.


En tercera posición y con la "medalla de bronce" he escogido a la temporada que ha firmado el Ajax de Ámsterdam en esta Liga de Campeones 2018/2019. Estamos hablando de un equipo que, según transfermarkt, ha pasado de tener un valor de 124,78 millones de euros en la temporada 2017/2018 a los 420,10 millones de euros actuales, lo que supone que el valor de la plantilla se ha más que triplicado en el último año. Y esto a nadie le puede sorprender pues estamos hablando de una plantilla que ha contado con jugadores como Frenkie de Jong, de Ligt, Ziyech, David Neres, Onana y compañía.


La Champions que firmó el Ajax fue histórica, pues pasó como 2º de grupo sin ninguna derrota y por detrás de todo un Bayern de Múnich (contra el que empató los dos partidos: 1-1 en Múnich y 3-3 en Ámsterdam). Y después llegaría la que ha sido la mayor sorpresa de toda la competición y prácticamente de todo el fútbol europeo: la eliminatoria frente al Real Madrid. El equipo blanco consiguió ganar en el partido de ida en los Países Bajos y muchos ya lo daban como equipo de cuartos de final, pero en la vuelta sucedió lo que ya hemos visto en el top-6 de este ránking: la debacle blanca y el ascenso a los cielos de un equipo comandado por un Dusan Tadic jugando a un nivel propio de los más grandes del fútbol europeo. El Ajax consiguió un aplastante triunfo por 1-4 (goles de Ziyech, Neres, Tadic y Schöne) y se metió, contra todo pronóstico, en los cuartos de final de la máxima competición europea, eliminando al tres veces campeón de manera consecutiva.


El sorteo de cuartos de final deparó otro enfrentamiento que, a ojos de los holandeses, podía convertirse en histórico: la Juventus de Turín, la Juventus de Cristiano Ronaldo. Se volvía a repetir la misma historia, el equipo de Ámsterdam no conseguía ganar como local y empató a 1 contra el conjunto italiano, tenían que ir a tierras transalpinas para sellar su clasificación frente a un equipo que solo había perdido 1 partido en casa en toda la temporada (frente al Manchester United en fase de grupos) y que venía de eliminar al Atlético de Madrid por 3-0 en los octavos de final, parecía una empresa realmente compleja. En el minuto 28 Cristiano Ronaldo daba ventaja al equipo turinés y el Ajax necesitaba 1 gol para forzar la prórroga y 2 para clasificarse, pues dicho y hecho: van de Beek en el minuto 34 y de Ligt en el 67' volvieron a firmar otra de las sorpresas de la competición eliminando a uno de los eternos candidatos al título y que incluso había aumentado sus posibilidades con el fichaje del astro portugués. El Ajax se plantaba en semifinales.


Y en esas semifinales le tocaba enfrentarse a la otra sorpresa de la competición, el Tottenham de Pochettino, un equipo que venía de eliminar al Borussia Dortmund en octavos de final y al Manchester City en cuartos de final en uno de los partidos de la competición (perdiendo 4-3 en el campo citizen, pero haciendo valer el 1-0 como locales). El Ajax estaba a un paso de volver a plantarse en una final de Liga de Campeones 23 años después y para ello consiguió un triunfo en el partido de ida, jugando como visitante y ganando por 0-1. En el partido de vuelta parecía que ese cuento de hadas no iba a terminar nunca: de Ligt en el minuto 5 y Ziyech en el 35' ponían la eliminatoria con un balance de 3-0, lo que significaba que el Tottenham necesitaba 3 goles para plantarse en la final. Fue en ese momento cuando apareció un renacido Lucas Moura y firmando un hattrick antológico (marcando el último gol en el minuto 96) terminó con el equipo holandés de la manera más irónica, al más puro estilo de este Ajax, remontando.


A nadie se le olvidará el papel del equipo dirigido por Erik ten Hag en la Liga de Campeones 2018/2019 y, por cierto, ganando la Eredivisie 5 años después. (el vídeo son los mejores momentos del Ajax-Tottenham de vuelta de cuartos de final, del canal oficial de la UEFA en YouTube)


Y en la segunda posición y acariciando la medalla de oro he escogido el que ha sido, sin duda, uno de los eventos deportivos del año: la final de la Copa Libertadores, pero no solo porque sea la final de una de las competiciones de clubes más importantes, sino por cómo fue, dónde se jugó la vuelta y todo lo que envolvió a una final como fue ese Boca Juniors - River Plate. El partido de ida se disputó el 11 de noviembre en el estadio de Boca Juniors y terminó con un empate a 2, todo quedaba abierto para la vuelta en el Monumental... o no.


Tras unos graves incidentes antes del partido de vuelta, los cuales dieron la vuelta al mundo y avergonzaron a todo el fútbol argentino, se decidió algo histórico: la vuelta se iba a disputar en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, la ciudad que unos meses más tarde iba a albergar la final de la Liga de Campeones. El partido más importante de América y uno de los partidos más importantes de la historia del fútbol argentino se iba a disputar en Madrid, frente a la mirada de todo el universo futbolístico y ante un despliegue sin precedentes. Alrededor de 72.000 espectadores iban a presenciar, además, uno de los partidos más emocionantes de toda la temporada futbolística.


River Plate llegaba después de que su último título fuera en 2015, tras 19 años sin pisar la final de la competición más importante. Por el otro lado estaba Boca Juniors, que se plantaba en una final 6 años después de la última y que buscaba volver a ganar esta competición tras 11 años sin poder hacerlo. Era la primera vez en la historia que este Superclásico del fútbol argentino se disputaba en la final de la Copa Libertadores, lo que le dio (más si cabe) ese carácter de histórico y trascendente a todo lo que iba a suceder ese 9 de diciembre de 2018 en el estadio del conjunto madridista.


El primer golpe del partido fue para Boca, pues Benedetto hizo en el minuto 44 un gol que parecía indicar que la noche iba a ser histórica para los xeneizes, pero en el minuto 68 Lucas Pratto puso la igualada en el marcador y nos íbamos a la prórroga, aquí no cuentan los goles en campo contrario. En una final marcada por el desgaste físico y mental que tenían ambos equipos, y ante los ojos de todo el fútbol europeo y americano fue un jugador como Juan Quintero, cedido por el Oporto, el que anotó el 2-1 en el minuto 109 tras un zapatazo desde fuera del área (en el vídeo, del canal oficial de River Plate en YouTube). En los últimos minutos sucedió algo a lo que no estábamos acostumbrados, ya que el portero de Boca Juniors (Andrada) subió una y otra vez al área rival sin estar en el último minuto, hecho que fue contrarrestado a la salida de un córner de Boca en el minuto 122 y que, tras una contra y sin portero, sirvió a Gonzalo Martínez para hacer el 1-3 final en el marcador y confirmar a River Plate como campeón de una de las finales más importantes de lo que llevamos de siglo.


Y en el puesto número 1 de este ránking particular he escogido el evento del pasado sábado: la final de la Liga de Campeones en el estadio Wanda Metropolitano y se saldó con la victoria del Liverpool, consiguiendo volver a reinar en Europa después de que lo hiciera en la temporada 2004/2005 con jugadores como Dudek, Xabi Alonso, Carragher o Steven Gerrard y comandados por Rafa Benítez.


En esta ocasión se volvía a repetir lo que sucedió 1 año atrás, el Liverpool volvía a una final de Champions de la mano de Klopp pero, en esta ocasión, el rival no iba a ser el Real Madrid sino el Tottenham de Mauricio Pochettino, una final inglesa y, a priori, marcada por el fútbol ofensivo y directo de ambos equipos. El Wanda Metropolitano estaba preparado para acoger a dos equipos que se jugaban el destronar al Real Madrid 4 años después y ante más de 63.000 espectadores en el estadio y millones frente a sus televisores a lo largo de todo el universo futbolístico.


La final era un Klopp - Pochettino, dos entrenadores que necesitaban dar un puñetazo encima de la mesa ante todo el aficionado europeo, dos entrenadores que siempre habían formado parte del "casi" pero no del "campeón" y que estaban ante el partido más importante de sus carreras. El partido también era una oportunidad única para Mohamed Salah, que en la temporada anterior tuvo ese percance con Sergio Ramos y que le dejó fuera de toda una final de Champions. Otro nombre propio era Harry Kane, estrella y delantero referencia del Tottenham que se había perdido varios partidos importantes por lesión y que, contra todo pronóstico, su equipo consiguió seguir hacia adelante para terminar llegando a una final. Y la final del Heung-Min Son y Sadio Mané (entre otros), dos jugadores que estaban ante la oportunidad de mostrarse como figuras clave del fútbol mundial; Son había conseguido eludir el servicio militar obligatorio surcoreano por haber ganado los Juegos Asiáticos; y Mané había llegado al Liverpool procedente del Southampton en 2016 por 20 millones de euros.


La final empezó de la manera más sorprendete posible: penalti en el segundo 29 por mano dentro del área de Moussa Sissoko y transformado por Salah; estábamos únicamente en el segundo minuto del partido y ya parecía que el fútbol iba a darle al jugador marroquí la posibilidad que se le había escapado el año anterior. La primera parte transcurrió sin ningún hecho relevante, fue un partido que (a diferencia de lo que pensábamos muchos) le faltó ritmo, desborde y carácter ofensivo, previsiblemente por los nervios y la presión ante un partido de tal magnitud. En la segunda parte mejoró un poco el partido, tuvo que aparecer el portero red Alisson Becker (olvidado queda ya el Karius de la temporada pasada) y la final fue sentenciada en el minuto 87 por el mismo jugador que firmó la remontada frente al Barcelona en Anfield en las semifinales: Divock Origi.


El Liverpool ganó 0-2 y se confirmó como el mejor equipo del continente de la mano de Klopp. Y se confirmó en campeón de una las Champions League con más sorpresas de los últimos años y que terminó con el estadio Wanda Metropolitano cantando el célebre You'll Never Walk Alone. (el vídeo son los mejores momentos de la final, procedente del canal oficial de la UEFA en YouTube).


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